Últimamente escucho la canción Peces de Cuidad de Sabina con interés. Igual los peces como los parados están en una playa sin mar. Hay diferentes versiones, lo que significa que los cantantes apuestan por la acción de repetir más que por la creación. Es porque todavía hoy cantar tiene sentido. Pues lo mismo con escribir. Pues lo mismo con el trabajar.
Anterior al hablar fue lo musical por un lado; o del hablar se derivó el cantar: son los dos cabos del mismo ovillo. El sentido de trabajar hoy es la etiqueta del Hombre como especie, una evolución del Homo Sapiens. Y se dan trabajadores perfectamente formados y otros más imperfectos, los parados. De qué van a hablar los desempleados sino de trabajo que es ese paraíso anterior. Hablan a su modo, por lo tanto como en la poesía dicen cosas en otro lenguaje. Habrá que escuchar lo que dicen porque repiten y repiten como en la música; y por su mirada desde un tono menor.
Pero el ovillo tiene otro cabo que no es el paraíso anterior y es el de la inteligencia artificial que habla más poéticamente.
Este libro, en parte, es una versión de los peces y sus agallas, a veces en forma de carta, con reflexiones sobre la familia, la Historia, el arte, los viajes. Es la voz de un actor que nada entre sus escritos y los versiona. Busca impresionar y con ello alimentar.