No te obligo a leer lo que hay bajo esta cubierta.
Tampoco te obligo a que te guste.
No te ordeno no pasarte las páginas.
Y tampoco te exijo que no lo dejes si no te está agradando.
Esto no es una historia de amor, tampoco es una de
aventura, ni siquiera puedo decirte el género que es.
Lo único que puedo asegurarte es, al menos, que es algo sacado de mi extraña cabeza.
Es mi propia versión de un cuento considerado para niños.
Sólo digo, si estás aferrado con fuerza a las historias de tu infancia, no leas este libro.