El pequeño dromedario es incapaz de soportar los comportamientos abusivos de sus hermanos y de reaccionar ante situaciones que le producen angustia. Por este motivo, llora continuamente y, como consecuencia, tiene una joroba insignificante. No obstante, cuando las cosas se complican Macario actúa con inteligencia y demuestra quien es más fuerte. En los primeros años de la infancia, la complejidad de las emociones puede hacer sentir la impresión de no tener palabras para describirlas y el llanto aparece con frecuencia.