El valiente Lord Bannor de Elsinore necesitaba con urgencia de una mujer sensata que cuidara de sus hijos huérfanos y le mantuviera alejado de la tentación carnal. Mientras tanto, la joven Willow soñaba con un príncipe encantado que la librara de su mezquina familia. Ambos contraen matrimonio, pero ninguno de los dos encuentra lo que buscaba. Willow se siente como una intrusa en el castillo, con un apuesto marido que no la quiere en su lecho. Pronto descubrirá que no es la indiferencia lo que anida en el corazón del impetuoso guerrero, sino un deseo tan poderoso que acabará por derribar todos los muros, una pasión tan ardiente que ningún río podría apagarla. ENTRE EL ARDOR DE LA BATALLA Aceptar una oferta de matrimonio era la única manera que tenía Willow de escapar de su detestable familia. ¿Cómo adivinar que lord Bannor, su guapo marido, era ya dos veces viudo y padre de una caterva de chiquillos, legítimos y naturales, de los que ella tendría que cuidar? Decepcionada y herida, convencida de que no guarda ningún atractivo para su esposo, Willow se rebela. Con feliz asombro, descubrirá que su enemigo cuenta con armas secretas y es capaz de convertir la rendición en el mayor de los placeres. Y LA DULZURA DE LA RENDICIÓN Lord Bannor de Elsinore, el más temible guerrero de Inglaterra, no sabe cómo enfrentarse a sus indomables retoños. La única solución es buscar para ellos una madre, una mujer sensata que sepa educarlos, pero que sobre todo no suponga para él una tentación carnal que le lleve a aumentar la familia. Decidido a mostrarse frío y distante, encarga a su fiel colaborador que le traiga la mujer adecuada... Y así aparece Willow, la joven más atractiva, sensual y deliciosa que Bannor ha visto jamás.