El día de su muerte prematura e indecorosa, la vida de Margot Delacroix continúa bajo el nombre de Ruth, ángel de la guarda de sí misma. Su misión consiste en repasar los duros acontecimientos de su vida. Sin cambiar ninguno de sus actos, descubre que sus decisiones han tenido mucho que ver con los problemas de Theo, su casi malogrado hijo adolescente. Al presentársele a Ruth la oportunidad de cambiar el destino de su hijo, se encuentra con que los cambios que logra propiciar tienen unas consecuencias que nadie podría imaginar.