Todos en el barrio lo conocen como "el ermitaño". Nadie sabe cómo se llama, pocos saben de dónde viene, pero todos saben dónde encontrarlo. El ermitaño es un hombre generoso y cordial, que siempre tiene la puerta abierta y el consejo apropiado para quien acuda a verlo. Además, le apasiona el cine y tiene una memoria prodigiosa. Para ilustrar sus enseñanzas recurre no sólo a parábolas y citas de filósofos de la antigüedad, sino también a la inesperada profundidad de algunas frases de las películas de Hollywood de todos los tiempos. Cada capítulo de este libro constituirá para el lector un encuentro único con un maestro muy especial, que con sabiduría y humor ofrece a todos los que estén dispuestos a escucharlo una lección vital y espiritual.