El narrador de esta historia es un escritor que da una charla a los pequeños alumnos de una escuela de pueblo sobre "leer y escribir". Al terminar, Francisca, la directora, le invita a comer y le cuenta la historia de una niña llamada Libertad, a la que todos llaman Lili. Aunque es muy tímida, la niña se ha ganado la amistad y el respeto de todos su compañeros de la manera más insospechada. Cuando el maestro les da una semana a los alumnos para preparar su disfraz de carnaval, Lili no encuentra el modo de pedirle ayuda a su madre, siempre distraída y evasiva. El lunes aparece vestida como cualquier otro día, y recibe la burla de todos y el castigo del profesor. El martes, va disfrazada y la situación se repite, ya que otra vez marca la diferencia: ese día los niños ya no llevan disfraces. Lili emprende una cruzada personal: irá todos los días disfrazada. Conseguirá que sus compañeros pasen de la burla al respeto por ella y la apoyen. Todos irán disfrazados hasta que dejen de castigar a Lili. Al final, consigue que la levanten el castigo y, de paso, atraer la atención de su madre.