Acostumbrados a las farsas, cuadros festivos o dramas sentimentales habitualmente representados en la época, crítica y público no pudieron sino recibir con desconcierto e incomprensión los drama sutiles e impregnados de lirismo de ANTON CHEJOV (1860-1904), en que, bajo la quieta superficie de lo cotidiano, se ocultan -como observa Juan López-Morillas en el prólogo a este volumen- «angustias, penas, esperanzas, ilusiones frustradas, que, vistas desde fuera, se nos antojan meros achaques de la vida común y corriente, la carga impuesta al ser humano por el hecho de serlo». Estrenada en enero de 1901, LAS TRES HERMANAS tiene por protagonistas a tres huérfanas atrapadas en el ambiente anodino de una ciudad de provincias y dominadas por la figura de una mujer tiránica. EL HUERTO DE LOS CEREZOS, por su parte, se centra en el conflicto entre la nostalgia del pasado y la esperanza de un futuro mejor.