La extraña atracción erótico-necrófila que siente el profesor de historia, Quim Negre, por Charlotte Corday ùla joven que fue ejecutada en la guillotina en 1793 por haber asesinado al revolucionario francés Jean Paul Maratù parece materializarse cuando entabla una relación con Margot Favre, la mujer más excitante que jamás haya conocido, de cierto parecido con Charlotte Corday. En el fondo se pregunta si esa irresistible mujer de carne y hueso no es más que un sucedáneo de su auténtico objeto de deseo: la difunta Charlotte Corday. O ùllegando al absurdoù si ambas son la misma persona.