Este poemario agrupa versos sobre filosofía y literatura en relación con una conceptualización de la felicidad. A través de figuras de pensamiento y recursos poéticos, sin metonimias, se relaciona la felicidad con los diferentes componentes de la experiencia y con vivencias íntimas, expuestas, en su mayoría, de manera impersonal. El deseo, el placer, el amor, la pasión, las sensaciones, la razón, los propósitos, la ilusión, la experiencia mística, la sexualidad, los sentimientos, el desprecio, la envidia o la vida moderna se toman como motivos poéticos en sus efectos para la construcción de la felicidad más propia, no sin escepticismo. La obra resulta del cruce de la reelaboración de lecturas y estudio con apuntes y pensamientos propios, todo ello sobre una escritura que privilegia al verbo.