En una casita de sal, al pie de la montaña, vivían una viejecita, toda toda de sal, y un viejecito, todo todo de azúcar. Unos días se querían mucho y otros no dejaban de discutir... Cuento popular griego con una sugerente propuesta plástica. Con la metáfora de la sal y del azúcar de fondo, se construye esta historia que recrea de modo simbólico sentimientos y ambientes difíciles de captar: las diferencias de carácter, las dificultades en la relación de pareja, el dolor de la separación, la comprensión, la necesidad de afecto...