La historia que van a conocer a continuación es tan veraz como lo pueden ser las múltiples imágenes que se representan en un mosaico. Todo consiste en colocar las teselas de manera que compongan la armoni´a visual que pretendemos. Una simple tesela carece de valor por sí misma; y solo se convierte en arte cuando se agrupa armónicamente con cientos y miles de otras teselas hasta formar un colorido mural. Es entonces cuando esos diminutos trozos de piedra, terracota, cerámica o vidrio coloreado que llamamos teselas, llegan a formar una imagen, independientemente de cada tesela en singular. Asi´, cual si fueran simples teselas de un gran mural, es como debemos analizar los sucesos que en adelante se narran, interpretando la reiteracio´n de los puntos suspensivos...