Dos siglos después de su muerte, Donatien Alphonse François de Sade, más conocido por su título de Marqués de Sade, sigue siendo fuente inagotable de leyendas y objeto de curiosidad y estudio. Cuando en los años treinta del siglo pasado, los surrealistas, encabezados por André Bretón, lo proclamaron ôDivino Marquésö y precursor de la moderna libertad sexual, no previeron el recorrido que año tras año tendría su obra, hasta convertirse finalmente en uno de los autores clásicos más polémicos y leídos. El crítico literario Sainte-Beuve lo comparó con Lord Byron al afirmar que ambos son ôgrandes inspiradores de nuestros modernos, uno visible y oficial y otro clandestinoö. En sus Cuentos eróticos el ôDivino Marquésö expresa el rechazo a la moral burguesa, con sus prejuicios y normas que asfixia