Ainoa ha crecido. La dejamos en Versos para seguir creciendo cuando cumplió cuatro años. Aquí la vamos acompañando hasta que cumple nueve años y, junto a ella, a todas las niñas y los niños que tienen en común su afición a la poesía, empezando por su hermano Daniel.
En Versos para seguir creciendo asistimos a nuevas experiencias y descubrimientos que conforman la personalidad desde el inicio de la vida. Los poemas son como una cuna que se mece en la infancia y que contribuye a elaborar los sueños. Se pueden olvidar letras y músicas pero, a lo largo del tiempo, permanecerá lo más importante: su latido interior.