Los esfuerzos que en los años 70 realizaron la izquierda y la derecha durante la Transición por hacerla pacífica, conllevó no sólo la renuncia a los ideales de cada uno para lograr una mejor convivencia, sino que en la cuestión nacionalista provocó que sólo se realizaran cesiones por parte de los æconstitucionalistasÆ. Y por si fuera poco, los nacionalismos periféricos aprovecharon el complejo de aquéllos a ser tachados de franquistas, que elevaron al máximo sus pretensiones autonomistas y además dejaron vía libre para una posterior vía secesionista.