La participación irlandesa en la guerra civil española ha pasado prácticamente ignorada para el gran público, salvo en los homenajes que se han prodigado en los países denominados demócratas a las Brigadas Internacionales, en los cuales se ha olvidado interesadamente, cuando no con un elevado grado de desconocimiento e ignorancia hasta el de la estulticia, que la mayoría de los componentes de las mismas eran miembros de los partidos comunistas de sus respectivos países, los cuales acudieron a España, no para ?defender la democracia?, palabras con las que se les llena la boca y engañan a los que quieren ser engañados, la mayoría de la pretendida intelectualidad de izquierdas, sino para imponer la ?dictadura del proletariado?, que era su verdadero cometido y fin, que entonces, afortunadamente no consiguieron en nuestro país, eso si a cambio de ?sangre, sudor y lágrimas?. El pequeño grupo de irlandeses que tomó las armas al lado de los nacionales, no lo hizo para imponer el fascismo como igualmente se pretende, sino como se desprende de las declaraciones efectuadas por entonces y años después por muchos de el