Hay lugares en el universo que son tan densos que para concebirlos habría que pensar en canicas que pesan como mil soles o en soles que pesan como mil galaxias. Lugares que ejercen una fuerza gravitatoria tal que tragan la materia y la luz de su alrededor. Y a ese mismo alrededor, a ese cerco imaginario del que ni siquiera un fotón puede regresar, se le conoce como "horizonte de sucesos". Bajo este título, se nos presenta un poemario de frontera. Fuera, el universo visible, lo cognoscible. Dentro, lo mismo o quizá no, pero incognoscible, separado de nosotros tan solo por un manto opaco que no es más que toda la luz no reflejada. Desde fuera solo se ve el afuera. Sin embargo, desde dentro se ve también el afuera, lo cual nos dice algo que ya sabíamos de nuestra experiencia en la Tierra. El conocimiento es asimétrico (y los sentimientos, también), y el lector tendrá la oportunidad de comprobarlo a través de las páginas de esta obra.