El concepto tradicional de política pública asignaba al Estado un rol dominante, si no exclusivo, en el tratamiento de los problemas públicos, identificando erróneamente el dominio de lo público con lo propiamente estatal. Esta concepción restringida ha sido hoy superada, como explica el autor, que identifica como política pública los cursos de acción y los flujos de información referidos a un objetivo público democráticamente definido, en cuya consecución participan el sector público, la sociedad y el sector privado.