Cineasta perteneciente a la "Generación perdida", Fred Zinnemann (1907-1997) pudo conformar a lo largo de casi medio siglo una trayectoria cinematográfica de una notable calidad, pero no lo suficientemente ponderada por el grueso de la crítica a escala mundial. Responsable de algunas películas que forman parte del imaginario colectivo, como "Solo ante el peligro" (1962), "De aquí a la eternidad" (1953) o "Historia de una monja" (1959), Zinnemann se desenvolvió en diversas compañías productoras, siendo la Metro-Goldwyn-Mayer la "major" que lo acogió en sus años de aprendizaje en calidad de cortometrajista. Estamos ante la primera monografía publicada en lengua española sobre el director de origen vienés, en la que se analizan de manera pormenorizada la veintena de largometrajes que jalonan su filmografía, que bien podrían ser consideradas piezas de culto.