¡La gordura es hermosura!, le decía su madre, pero a Petra no le gustaba la imagen que le devolvía el espejo. Ella quería ser alta, esbelta y elegante, y sería capaz de remover cielo y tierra para conseguir un físico diferente.
La elefanta que todavía conserva esperanzas de encontrar la solución a lo que considera un problema, comienza un viaje de divertidas aventuras que propiciará un encuentro muy especial.
Una visión optimista en el sentido de aprender que la autenticidad será el camino de satisfacción, y que los demás nos aceptarán tal como somos.