Estos nuevos planteamientos organizativos y de gestión intentan por un lado evolucionar hacia una visión más horizontal de la estructura organizativa sanitaria y por otro, intentar poner más peso en la atención comunitaria, como base del sistema sanitario. Todo ello, bajo la perspectiva de un nuevo paradigma, que promueve la participación del paciente como parte activa del sistema. En definitiva, se trata de organizar a distintos profesionales, en torno a un grupo homogéneo de pacientes. Además del desarrollo de la gestión clínica, la evolución de los problemas de salud de la población hacia la cronicidad, ha originado un replanteamiento en el papel de la atención primaria, entendiendo que debe actuar como la piedra angular de nuestro sistema sanitario.