Podría decirse que la Biblia es la historia fragmentaria de un pequeño pueblo del Mediterráneo, que ha combinado algunas de sus tradiciones épicas con las narraciones, a veces míticas, de sus vecinos. Pero ¿es solo eso? ¿Cuál es la clave de su poderoso atractivo?
La Biblia es el libro de los libros. Ha sido y es el más leído y el más traducido del planeta. Expresa cuestiones trascendentes de la existencia humana mientras narra acciones ordinarias con una sencillez y una profundidad extraordinarias.
No basta, por tanto, caminar por el texto: éste exige ser comprendido.