Un imperio -del latín imperium- es, en los términos más rigurosos, un
Estado multirreligioso, multicultural y multiétnico que ha
conseguido parte de su territorio por conquista y que mantiene su
expansión mientras no se produzcan presiones externas o internas de
cualquier tipo. Por extensión, imperio puede hacer alusión a la etapa
histórica donde una etnia o nación desarrolló una política característica,
o bien, a la potencia que ejerce el poder imperial.
A principios del siglo xx el término imperialismo adquirió la connotación
peyorativa que actualmente tiene, en parte gracias a Lenin, quien
afi rmó: «la guerra de 1914-1918 ha sido, de ambos lados beligerantes,
una guerra imperialista, una guerra por el reparto del mundo». El último
Estado que ofi cialmente ostentó el título de imperio fue Japón. Cambió
su denominación tras el drástico cambio de su política interior tras la
Segunda Guerra Mundial.
En el marco de la Guerra Fría se inició una nueva época donde la palabra
imperio fue reemplazada por términos políticamente más correctos,
como ?seguridad nacional' o ?posicionamiento de bloque', y surgieron
los ?imperialismos, que poco tienen que ver con el concepto cásico del
término que nos ocupa. Ahí surgió Estados Unidos, que cierra esta obra;
en los últimos años se la ha califi cado de imperio por su política belicista
y por la enorme presión que ejerce a partir de su dominio económico.