Tengo una mujer preciosa, dos hijos adorables,un trabajo apasionante, buenos amigos y salud, y lo único que se me ocurre hacer con todos ellos es juntarlos muy ceñiditos en una raya de cocaína y esnifármelos. Hay acontecimientos en la vida, muy pocos, ya lo sabes tú, que marcan un antes y un después. Estoy viajando por todo el mundo, haciendo el bien y esas cosas para compensar lo cabrón que fui, pero una nueva sombra gana terreno en mí. Ya no sé si soy luz u oscuridad, soy tal manojo de formas y colores que desconozco cuál es mi derecho y cuál mi revés. ¿Puede una persona tener rabo de demonio y alas de ángel? Dime, ¿puede?