El príncipe Serafín representa un giro en la transmisión de modelos de género estereotipados que han caracterizado la literatura infantil tradicional. Con un trasfondo coeducativo, el cuento fomenta los valores de tolerancia, respeto, libertad e igualdad de oportunidades, en una sociedad libre de discriminación y actitudes sexistas. Rompe con los prejuicios de género al presentar los personajes tradicionales que aparecen en la literatura infantil, enfocados desde una perspectiva libre de estereotipias.
Serafín duerme en una habitación rosa, busca el amor verdadero y contraer matrimonio, pensando que su destino es el que la tradición le dicta. Lejos de ser el prototipo de un héroe valiente, fuerte, que salva y rescata, es un príncipe sensible, que llora y que espera a ser rescatado.
No hay una princesa que lo espera, dulce, bella y delicada, sino que se representa un modelo de mujer fuerte, independiente, que monta a caballo, que viaja por el mundo? Serafín será rescatado por una mujer pirata que no quiere casarse y que le anima a luchar por sus sueños, enseñándole que la felicidad y el amor está dentro de sí mismo y no en la dependencia de un vínculo amoroso.