La manera más sencilla de alcanzar la atención plena
Todos nacemos con la herramienta perfecta para practicar mindfulness.
Se trata de un recurso que nos acompaña siempre, al que podemos acceder en cualquier momento y lugar independientemente de nuestras circunstancias y que, sobre todo, jamás nos falla: nuestra propia respiración.
Si puedes ser consciente de tu respiración, puedes estar presente sin esfuerzo.