La tinta oscura es peligrosa, tiene extrañas propiedades, nos hace ver lo que hay detrás de la realidad. Si nos atrevemos a escribir con ella podemos ser arrastrados a zonas sombrías que nadie ha visto. Nos pasea por un bosque misterioso en el que se esconden seres malignos con apariencia de animales, nos muestra paredes en las que se reflejan musgos verdes con forma de rostros humanos, nos lleva a nadar a un lago en el que aparecen fantasmas y almas en pena o nos cuenta historias que se convierten en pesadillas, con personas acosadas por insectos.
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