Maruja Torres, con setenta años a sus espaldas y mil batallasen el recuerdo, ha sido convocada en el despacho del directorde El País, diario en el que ha pasado los últimos treintaaños de su vida profesional, pero algo en el ambiente auguraque no será para nada bueno. En este punto comienza Diezveces siete: de la niña del Raval, abandonada demasiado prontopor su padre, hasta la famosa reportera admirada pormiles de jóvenes periodistas de este país.Un diálogo directo con el lector. Una obra saltando en eltiempo que habla con valentía de los afectos, los amores,el periodismo y el compromiso.Extraordinaria y genial como solo Maruja ?«Era un patitofeo y por suerte no me convertí en cisne, sino en una mujersin apéndices»? podía hacerlo.