Los cuentos siempre han sido instrumentos de los que se han servido quienes pretendían tocar el corazón de otras personas.
En esta obra se entremezclan, sin solución de continuidad, las anécdotas reales con las inventadas, los cuentos con los chistes, las fábulas con las reflexiones, las narraciones infantiles con los relatos escuchados de boca de sus protagonistas. Y el lector, en muchas ocasiones, flotará en la incertidumbre, sin saber si la historia que lee es cierta o imaginada. Al fin y al cabo, "se non è vero, è ben trovato!".
La estructura del texto sigue un orden lógico. Está pensado para que se lea a pequeños sorbos, degustándolo poco a poco, a fin de que llegue a producir su beneficioso efecto. Las historias, no obstante, pueden leerse en orden aleatorio, al azar, de acuerdo con el ánimo o el interés de cada lector. La pretensión última es que quien se acerque a estos relatos encuentre en ellos alguna luz que le permita conocer mejor a las personas con síndrome de Down.