David Finkel, Premio Pulitzer y autor de Los buenos soldados,sigue ahondando en la historia de unos hombres aquienes conoció en plena guerra de Irak. Unos hombresque regresaron a su país destrozados por las experienciasvividas, incapaces de reemprender una existencia normal.Estos supervivientes forman parte del gran drama delos veteranos de las guerras del siglo XXI: cada 80 minutosse suicida uno de ellos, de modo que el número de los suicidassupera ya al de los caídos en combate en Irak y Afganistán.Finkel se aproxima a ellos en un relato directo ydescarnado, que tiene la virtud de conmovernos y sacudirnos,al denunciar algo que se nos oculta sistemáticamente:que usamos a los soldados para la guerra, permitimos quese destruyan en ella, y los abandonamos después. ElizabethSamet escribió que «si Los buenos soldados era una especiede Ilíada posheroica de la guerra de Irak, Gracias por sus servicioses algo así como su Odisea».