«No os extrañe que muchas veces lo que aquí estáis interpretando como ficción se imponga a lo que entendéis por realidad. Hoy habéis jugado a vivir en Sancho, y Sancho, mi buen Sancho, ha terminado viviendo en vosotros. Comencé yo un juego parecido un día de los de mi cautiverio en Orán, y en un momento, cuando vestido por el cansancio me dispuse a sacar la pluma y a levantar el pensamiento a las estrellas, me arrastró su voz hacia los llanos de La Mancha y ya no pude por menos de seguirle sobre el polvo de todos los caminos, del mismo modo que hoy le he seguido hasta aquí, hasta donde vosotros le habéis llamado». Manuel Martínez Azaña (Valencia, 1935-Madrid, 2000), sobrino nieto del presidente de la Segunda República, Manuel Azaña, conoció ya durante su infancia un primer y breve exilio cuando, a causa de los bombardeos de Valencia, hubo de ser trasladado a Francia en 1937. Allí permaneció hasta 1940, fecha en que su familia regresó a España. A partir de 1958, y mientras ejerce como funcionario del Ayuntamiento de Madrid, comienza a escribir su obra dramática y en 1960 estrena en el Teatro Goya su primera obra, La forja de los sueños, que le acarrea ya problemas con la censura. Manuel Martínez Azaña pasará pronto a formar parte del grupo de los autores del segundo exilio, aquellos que van saliendo de España tanto por la presión del régimen como por el deseo de ejercer libremente su profesión. En 1961 el autor se traslada a Francia, donde, además de ejercer como lector de español, crea en Burdeos, ya en 1962, su propio grupo de teatro, el Théatre de lÆInstitut dÆEtudes Ibériques et Ibéro-Américaines de Talence-Bordeaux (TIEIT), con el que representa en diversas ciudades francesas las obras de autores españoles, incluidos aquellos prohibidos por la censura franquista. En 1978 el director y dramaturgo regresó de nuevo a Madrid, donde, además de continuar con su actividad literaria y teatral, reeditó la revista La Pluma, creada por Manuel Azaña, y fundó el partido Acción Republicana Democrática Española (ARDE). Manuel Martínez Azaña es autor de diez piezas de teatro y de varios cuentos y poesías. Barataria, adaptación teatral de El Quijote, presenta en forma dramática el episodio de Sancho en la ínsula. Representada en Alcalá de Henares (1960) y en Burdeos (1967), la obra ha permanecido inédita hasta la fecha. La versión, muy eficaz en cuanto a sus recursos y procedimientos de actualización en escena, destaca tanto por su fidelidad al modelo cervantino como por su arranque final experimental. Verónica Azcue Castillón (Madrid, 1965) es profesora de lengua y literatura españolas en la Universidad de San Luis en Madrid. Ha publicado numerosos artículos sobre teatro español contemporáneo, varios de ellos sobre las adaptaciones dramáticas de El Quijote. Actualmente centra su investigación en la influencia de Cervantes en el teatro de los autores del exilio republicano.