Transcurre el mes de noviembre de 1975, e Iker respira por primera vez el contaminado aire de Bilbao. El mismo día de su nacimiento las balas de la policía franquista acaban con la vida de su padre, un obrero sindicalista. Indudablemente, las circunstancias en las que Iker llega al mundo condicionarán trágicamente su vida. Tal vez sin quererlo su madre ha transformado el dolor en odio, y ha acabado convirtiendo a su hijo en el terrorista más peligroso de ETA, el que está convencido de que posee la verdad y lucha por ideales. En su juventud, una «misión militar» le lleva a Sevilla para entrar en acción en cuanto la cúpula de la organización le indique que la tregua ha terminado. Pero allí conoce otro mundo, otra lucha, otra manera de vivir y el amor siembra incertidumbres en su alma. A partir de ese momento, Iker se debate entre una venganza sangrienta, que tal vez llevaría a su pueblo a la liberación, y la ética cotidiana de esa otra doctrina cuyo principio es más simple, «no matarás». Iker buscará la verdad, y por ella, estará dispuesto a jugarse la vidaà ¿por un ideal o por la vida misma?