El ratón desea viajar hasta Africa, como su amiga la golondrina lo hace cada año, y busca a alguien que lo pueda llevar. Después de varios intentos, el mirlo se ofrece a llevarlo junto con una rana pero llegarán a otro lugar que en nada se parece a Africa. El humor de la ilustración y del texto permite a los niños jugar y con estos viajeros despistados hacer valer sus conocimientos sobre los animales y su aspecto ante un mirlo presumido que nada sabe de geografía.